5/29/2008

La batalla de la Termópilas


Es una de las batallas más importantes de la Edad Antigua puede afirmarse que la batalla de las Termópilas fue uno de esos contados momentos de la historia que han marcado de un modo definitivo e indiscutible el futuro de la humanidad.El nombre del lugar significa "puertas calientes", y alude a las aguas termales que aún hoy día se encuentran en la zona. Según cuenta la tradición, hallándose Heracles próximo a la muerte, y sintiendo en su piel el ardor que le causaba la túnica del centauro Neso, se arrojó a un río próximo a Traquis, para extinguir el fuego que lo abrasaba; murió ahogado, pero las aguas del río conservaron su calor.

El lugar era un paso estrecho entre las montañas y el mar; tenía una longitud de 2,5 km y en algunos puntos su anchura se reducía a tan solo 15 metros. Constituía la puerta de acceso a Grecia desde el Norte, y en el verano del año 480 a.C., el rey persa Jerjes conducía un numeroso ejército hacia allí.
Según Herodoto el ejército persa lo componían más de dos millones de hombres, y para su avituallamiento dependía de la flota, por lo que ambas fuerzas -la de mar y la de tierra- debían avanzar coordinadamente, siguiendo la línea de la costa.
Las tropas griegas en las Termópilas estaban formadas por unos siete mil hombres de diferentes ciudades, bajo el mando del Rey Leónidas, que iba acompañado de los trescientos espartanos de su guardia real. Al despedirse de su esposa, la reina Gorgo, esta le preguntó: -"¿Qué he de hacer si no vuelves? - Si yo muero cásate con uno digno de mi y ten hijos fuertes para que sirvan a Esparta"- respondió Leónidas.
Los persas acamparon en las proximidades de la entrada del paso, y Jerjes envió a un jinete en misión de espionaje para observar a los griegos. Jerjes se quedó atónito al escuchar su informe. Los espartanos hacían ejercicios atléticos, limpiaban sus armas, y algunos se estaban peinando y arreglando el cabello.
Después de tres días de espera, Jerjes envió un heraldo, que habló a Leónidas de la fuerza del ejército persa, le informó de que al día siguiente atacarían, y por último le invitó a rendirse diciéndole que el Gran Rey, en su generosidad, les perdonaría la vida si entregaban sus armas. -"¿Qué respuesta debo llevar al Rey?" -Preguntó el heraldo. -"ven a cogerlas"- dijo Leónidas.
Esa noche, junto a uno de los fuegos del campamento de los griegos, un desanimado hoplita de Traquis comentó que al día siguiente, cuando los persas atacaran, sus flechas taparían el sol. A lo que un espartano llamado Dienekes respondió seca y lacónicamente: -" Tanto mejor, así pelearemos a la sombra".
Los persas comenzaron a avanzar y penetraron en el desfiladero. Quietos, formados en falange los espartanos entonaron el peán (himno en honor al dios Apolo). Con gran griterío los persas se lanzaron a la carga; cuando ya estaban muy cerca, la falange espartana se puso en marcha. El choque fue terrible, los persas se lanzaban a cientos sobre la muralla humana formada por los espartanos, en cuyas lanzas se ensartaban. Sentado en su trono Jerjes se revolvía ante lo que estaba presenciando, los espartanos estaban literalmente masacrando a sus tropas.
Al caer la tarde los persas se replegaron dejando gran cantidad de muertos sobre el terreno. Sin pausa, para no dar respiro a los defensores, el general persa Hidarnes envió a la guardia real persa, los llamados diez mil inmortales, convencido de que estas tropas escogidas aniquilarían fácilmente a los ya cansados griegos.
El valor y el ímpetu desplegado por los inmortales fue digno de ser recordado. Los espartanos sufrieron algunas bajas, pero su falange no se deshizo. Los persas trataron de hallar cualquier resquicio para romper las líneas griegas, pero no lo había.
Con el crepúsculo cesó la batalla. Jerjes se revolvía inquieto, ni él ni sus generales sabían como vencer la resistencia de los griegos. Además, para empeorar las cosas, su flota había combatido con la de los griegos en las cercanías del cabo Artemisón sin conseguir derrotarla, por lo que no había manera de flanquear las Termópilas por mar.
El ejército persa no podía esperar indefinidamente, pronto los suministros escasearían y lo que era peor, la moral estaba por los suelos. Entonces, apareció un traidor, Efialtes. Tras asegurarse una suculenta recompensa, informó a Jerjes de que existía un sendero que, rodeando el monte Kalidromos, salía al otro lado del paso, donde sorprenderían a los espartanos por la retaguardia.
Al descubrir la maniobra envolvente de los persas, Leónidas ordenó que todas las tropas griegas abandonaran el lugar de inmediato. Así se salvarían y podrían volver a combatir más adelante. Sin embargó, decidió quedarse él con los trescientos espartanos. Los setecientos hoplitas tespieos se negaron a obedecer la orden de retirada y abandonar a los espartanos. Así pues, este puñado de hombres, que constituía todo el ejército de Tespias, escribió la página más gloriosa en la historia de su pequeña ciudad.
Leónidas sabía que si los persas atravesaban el paso de las Termópilas inmediatamente, llegarían a Atenas rápidamente, lo que obligaría a la flota griega a retirarse precipitadamente para intentar la evacuación. Esto, muy probablemente, hubiera conllevado dos resultados, o bien la flota griega era destruida por la persa en su precipitada retirada, o bien Atenas era destruida sin dar tiempo a la evacuación. En ambos casos Grecia hubiera estado perdida. Por tanto, la resistencia de Leónidas en las Termópilas permitió a la flota griega replegarse ordenadamente.
El heroísmo que demostraron los griegos fue magnífico y digno de las mayores alabanzas. Casi todos los hombres estaban ya gravemente heridos, muchos sangraban por múltiples heridas, sus lanzas se habían roto ya, muchos escudos estaban prácticamente inservibles. Pero la lucha no cesaba, era encarnizada y ni se daba ni se pedía cuartel; los espartanos y tespieos que conservaban la espada la utilizaban, los que no, luchaban con el escudo o con astas de lanza rotas, algunos incluso, usaban piedras o las propias manos y dientes para herir al enemigo.
Finalmente, ante la cantidad de bajas que les estaban causando, los persas retrocedieron. Acto seguido se adelantaron los arqueros, y una lluvia de flechas acabó con los pocos espartanos que quedaban. Las Termópilas habían caído, pero los persas habían sufrido más de veinte mil bajas. El resto de la historia es conocido. La flota griega derrotó a la persa en Salamina. Y poco después, los griegos derrotaban a los persas en Platea. Grecia había vencido.
Los espartanos que murieron en las Termópilas fueron un ejemplo para todos los griegos, y su ejemplo ha perdurado. Si bien es cierto que físicamente la batalla se perdió, pues los persas atravesaron las Termópilas, el heroísmo de los espartanos venció moralmente al cuantioso ejército persa, que finalmente sucumbió.
En el lugar donde cayeron los últimos espartanos, hay una pequeña lápida en la que puede leerse: "Caminante ve a Esparta y di a los espartanos, que aquí yacemos por obedecer sus leyes".

5/26/2008

Mesalina: una mujer prosmicua


Valeria Mesalina fue hija del cónsul Marco Valerio Mesala Barbado y de Domicia Lépida Menor. Tuvo un hermano llamado Marco Valerio Mesala Corvino, quien fue cónsul, y un hermanastro materno llamado Fausto Cornelio Sulla Felix.
Mesalina llegó a ser la tercera esposa del emperador Claudio, a quien le dio un hijo y una hija: Británico y Claudia Octavia.
Fue célebre por su belleza y sus constantes infidelidades a su esposo el emperador con miembros de la nobleza romana, así como con soldados, actores, gladiadores y otros como el orador Marco Vinicio esposo de Julia Livia.
Mesalina tuvo gran influencia política en las decisiones que tomó su marido durante gran parte de su periodo como emperador; en este sentido, podemos compararla con otro personaje de la historia Romana, Livia.

Anécdotas de su vida

Mesalina dio rienda suelta a su ninfomanía. Según narra el poeta Juvenal, llegó a prostituirse en el barrio de Subura bajo el apodo de Lycisca.
Orgullosa de su legendaria lascivia, lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma: las instó a participar en una competición, que ella organizaría en palacio, aprovechando la ausencia de Claudio quien estaba en Britania. Dicho desafío consistió en saber quién podía atender a más hombres en un día. Las prostitutas aceptaron el reto y enviaron una representante, la prostituta más famosa de Roma, una siciliana llamada Escila.
El evento dio inicio por la noche, y a él asistirían muchos hombres importantes de la corte, además de otras damas a las cuales Mesalina había convencido de participar.
Escila se rindió después de haber sido poseída por 25 hombres; Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra al llegar al amanecer y seguir compitiendo. Según se dice, aun después de haber atendido a 70 hombres no se sentía satisfecha, llegando hasta la cifra increíble de 200 hombres. Cuando Mesalina pidió a Escila que regresara, esta se retiró diciendo: «Esta infeliz tiene las entrañas de acero».

Cayo Julio César



Cayo Julio César (Roma, 13 de julio, 101 adC) – 15 de marzo, 44 adC), fue un líder militar y político de la etapa final de la República de Roma. Sus conquistas en la Galia extendieron el dominio romano hasta el Océano Atlántico: un hecho cuyas consecuencias directas son visibles todavía hoy día. También dirigió varias expediciones, con diferente fortuna a Britania y a Germania.
César luchó y ganó una guerra civil contra la facción conservadora del senado romano, cuyo líder militar era Pompeyo. Después de la derrota de los optimates, se convirtió en dictador vitalicio e inició una serie de reformas administrativas y económicas en Roma.
Además de sus logros políticos y militares, también destacó en oratoria y escritura. Realizó un tratado sobre astronomía, otro sobre augures y auspicios y un estudio sobre la lengua latina, que no han llegado a nuestros días. Las únicas obras de él que se conservan son sus comentarios sobre la guerra de las Galias "De Bello Gallico" y sobre la guerra civil "Bellum Civile".
Su dramático asesinato en los idus de marzo por un grupo de senadores, entre los cuales estaba su amigo Bruto (su hijo adoptivo), tenía la intención de salvar la República ante el temor que los conspiradores tenían de que César se convirtiera en rey. Pero su asesinato desató una nueva guerra civil entre los partidarios de César (Octavio, Marco Antonio y Lépido), y los defensores del statu quo anterior a César (Bruto y Casio, principalmente).
Este conflicto terminó con la victoria de los partidarios de César en la doble batalla de Filipos, y el establecimiento del Segundo Triunvirato en el cual Octavio, Marco Antonio, y Lépido se repartieron el control de Roma. Sin embargo, nuevas tensiones nacieron entre Octavio y Marco Antonio que llevaron a otra guerra civil, culminando con la derrota de Marco Antonio en la batalla de Accio, dejando a Octavio como el líder indiscutido del mundo romano. Este período de guerra civil transformó la República de Roma en el Imperio romano con el sobrino-nieto de César (e hijo adoptivo) Octavio, después conocido como César Augusto, el primer Emperador.
Los hechos militares de César y gran parte de su vida son conocidos a través de su propio puño y letra y de relatos de autores como Suetonio y Plutarco.

Temístocles


Temístocles militar y estadistas ateniense nacio en Prea 535 a.C. y murió en Magnesia 450 a.C. Arconte .Era hijo de un extranjero y de una esclava, Temístocles fue uno de los principales valedores de Milcíades tras ser elegido arconte en el año 493 a.C. Los intereses democráticos eran defendidos por Temístocles, quien, tras la victoria ateniense en la batalla de Maratón, receló del éxito de Milcíades y se convirtió en uno de sus principales rivales, llegando a manifestar que "la victoria de Milcíades me quita el sueño". Tras la condena a Milcíades y el exilio de los miembros del partido alcmeónida -Megacles y Alcibiades- Temístocles se hizo con la dirección política ateniense. Uno de sus máximos objetivos será la construcción de una potente flota gracias al descubrimiento de un nuevo filón de plata en las minas de Laurión. Atenas se convertía así en una potencia mercantil y marítima con estrechas relaciones con la Magna Grecia, Egipto o Sicilia, lo que provocó la contundente respuesta de los campesinos liderados por Arístides. La respuesta de los persas no se hizo esperar y un potente ejército cruzó el Helesponto y se plantó en el paso de las Termópilas donde el espartano Leónidas le hizo frente. La batalla se decantó del lado persa por lo que Temístocles evacuó la población ateniense y situó la flota en las cercanías de la isla de Salamina. Será en este lugar donde se produzca la batalla naval que supondrá la contundente victoria de los griegos contra Jerjes. Finalizada la guerra, Temístocles dedicó sus esfuerzos a la reconstrucción de Atenas, construyendo las murallas y fortificando el Pireo. En el año 471 a.C. fue condenado al ostracismo por ser partidario de una alianza con los persas para suprimir a la potencia espartana. Se retiro a Argos donde fue acusado de fomentar el movimiento democrático. Para evitar la muerte, se refugió en la corte de Artajerjes I quien le confió el gobierno de Magnesia de Meandro donde falleció.

5/23/2008

Legiones romanas





Los ejércitos romanos estaban organizados por legiones. Éstas estaban compuestas por un cuerpo de al principio unos 5.000 efectivos en infanteria, que más tarde ira aumentado en 10.000, más varios centares de soldados de caballería.Usualmente había 28 legiones con sus auxiliares, y se reclutaban más según las necesidades y la situación en cada momento.

Las legiones se dividian principalmente en dos rudos divisones:

  • Cohortes:era la máxima división en la que se formaban en una legión.Estaba formada por unos 480 hombres y constituía la décima parte de una legión romana. Por lo general, los veteranos ocupaban la primera y última fila de la cohorte. A su vez, la cohorte se componía de 3 manípulos de 160 soldados, pues cada manípulo estaba compuesto por 2 centurias de 80 hombres.
  • Centuria:constaba de 80 hombres distribuidos en 10 contubernios de 8 hombres cada uno (la unidad mínima del ejército romano). Cada contubernio se alojaba en una tienda o cubículo de barracón de 6 plazas -la cuarta parte del mismo estaba siempre de guardia-.
    Toda la centuria era comandada por el centurión, que era ayudado por un optio o lugarteniente. Las centurias se agrupaban administrativamente por parejas formando manípulos de 160 infantes, y éstos, a su vez, operativamente en grupos de tres formando una cohorte de 480 legionarios.

5/22/2008

Salamina



Fue unas de las principales batallas navales de la Edad Antigua, donde participaron varias polis griegas y el Imperio persa. Ésta se desarrollo en la isla de Salamina, de ahí el nombre de esta batalla épica.


Mientras Jerjes tomaba la Acrópolis ateniense, pasando a cuchillo a sus defensores. La flota griega reunía un consejo de guerra en el que Temístocles convenció a Euribíades de enfrentar a la flota persa en el canal del este de Salamina en lugar de hacerlo en el mar frente al istmo de Corinto. Según Temístocles combatir en mar abierto representaba una gran desventaja para los griegos en cambio luchar en el estrecho brazo de mar de acceso a Salamina les daría la victoria pues ellos podrían maniobrar mejor que las pesadas naves persas.
En la mañana del 22 de septiembre se reunió nuevamente el consejo de guerra para tratar el tema del lugar donde enfrentar a la flota persa, ante lo cual Temístocles salió en secreto del consejo enviando un mensajero a la flota de los medos para comunicarles que debido al miedo, los griegos estaban considerando emprender la fuga, por lo que si los atacaban ahora los griegos no opondrían resistencia.
Jerjes creyó el mensaje enviado por el ateniense, pues sabía de las disputas que existían entre los griegos. Por lo que decidió bloquear los estrechos oriental y occidental de Salamina, embotellando a la flota griega. Para ello envió a la armada egipcia compuesta por 200 navíos a bloquear el estrecho occidental mientras el resto de su flota la formó en una triple línea que iba desde el sur del promontorio Cinosura en Salamina hasta el Pireo. La isla de Psitalia fue ocupada por tropas persas poco antes del amanecer del día 23.
Los griegos supieron que los persas habían cerrado los dos canales que rodean Salamina. Ante esto formaron sus naves en una línea de batalla en el canal oriental, entre la ciudad de Salamina y la playa del monte Heraclión, alineándose las 16 naves espartanas a la derecha, a la izquierda las naves atenienses compuestas por más de la mitad del total de la flota y en el centro el resto de de las naves aportadas por las otras ciudades estado.
Las naves persas comenzaron a ingresar al canal,los fenicios a la derecha y los jonios a la izquierda. Apenas iniciado este movimiento debido al gran número de naves persas, las columnas comenzaron a deshacerse siendo fáciles presas de las naves griegas. Luego de encarnizados combates las naves persas optaron por retroceder en medio de una gran confusión. La batalla duró entre siete y ocho horas.
Los griegos no persiguieron a los persas. Arístides acabó con las tropas persas que habían ocupado la isla de Psitalia, las naves persas regresaron a Falero y los griegos a Salamina. Temístocles fue considerado por toda Grecia el héroe de la jornada. La propia Esparta le discernió, como recompensa, una corona de olivo.